viernes, 16 de abril de 2010

UN RELATO, Y si aceptáramos el Nuevo Orden Mundial? ( 499 - 666 )

—¿Y si aceptáramos el muevo orden mundial? —Esa pregunta me la hizo Satanás; estaba sonriente y carismático como siempre, con su cola larga moviéndola como si fuera un gatito, me miraba a los ojos con una ternura fingida, como una hembra que se muere por tener sexo con el chico de más fama acróbata en la cama. Se presentó en forma de mujer porque sabe que en mi encierro estoy haciendo casi un voto completo de celibato, y digo casi porque en sueños aún siento el beso cálido de mi esposa.

—Salvador: El problema no está en aceptar o no un nuevo orden mundial, esa pregunta no es digna de tu inteligencia. La pregunta correcta es si estamos preparados para un Nuevo Orden y si las ideas para esa utopía es viable. La Religión todavía es fuerte, tan fuerte como una puta que recién empieza su tarea nocturna, la coca del vidrio está en su nariz y la caja de condones llena. ¿Cómo pedirle a la humanidad de que piense libremente si el dogma es tan adictivo y seductor? La mayoría agarrará su condón para enfundar su sentido común y se pegará una linea blanca para aturdir su inteligencia.
—Satanás: Por eso me gusta hablar contigo, siempre dices lo que piensas y respondes a mis preguntas con nuevas interrogantes... Dame tu mano derecha y ponla sobre mi pecho ¿crees que no me he dado cuenta de que estas mirando mis senos? eres como todos los humanos, débil y ambiguo.
—Salvador: Estas leyendo mi mente y viendo la naturaleza de mis deseos. No me avergüenzo de ellos, es natural mirar a una mujer tan bella como tú, pero sabes que eso no es suficiente para que me rinda a tus brazos —y la mierda de Satanás tomo la forma de mi amada esposa Rocío.
—Satanás: ¿Así esta mejor? Soy yo mi amor, la madre de tus dos hijos, la que tiene fe en tu talento y en la esencia de tu vida.
—Salvador: ¿Por qué juegas con mis sentimientos de esa manera? sabes que la extraño y que ella no puede venir muy seguido por que mi madre le tiene celos con un odio filoso. Aquí estoy encadenado, pensando en como evitar que la humanidad se hunda en su libertinaje, en ese egoísmo que le hace insaciable y ciego ante el sufrimiento ajeno. Ya se que mi sueño es un tanto exagerado, un deseo en contra de los molinos de viento, de ese girar de las cuatro aspas: la religión, el dinero, la avaricia y el secretismo. Si quieres seguir siendo mi amigo te pido un poco de respeto —y retomó su aspecto de vedette argentina.
—Satanás: Desfoga tu soledad en mi cuerpo.
—Salvador: No me jodas. Estamos hablando de algo trascendental y tu juegas. Se supone que tienes más de seis mil años y en algo tienes que lucir tu sensatez. Mejor toma la forma de Cristo para que te hable con la verdad y algo de inocencia.
—Satanás: Tus deseos son órdenes. —y tomó la forma de Cristo —Ahora háblame.
—Salvador: No creas que he olvidado quién eres, lo que has hecho es solo una ayuda visual y de ello estoy agradecido... bien, empecemos nuevamente. La moral y la ética no puede estar desvinculada de su realidad histórica, y, nuestra realidad es que hay una superpoblación que está depredando todos los recursos naturales. Hay científicos que dicen todo lo contrario, que hay abundancia, pero, hay otra realidad paralela. El ser humano es avariento, usurero, mentiroso, vanidoso, caprichos, necio... y, en el mejor de los casos ahorrador, respetuosos y reservado; esa es otra realidad, y lo bastante pesada y contundente como para anular la verdad de la "abundancia".
—Satanás: La gente tiene hijos porque le tiene miedo a la muerte y a la soledad, es instintivo.
—Salvador: Y ese instinto nos llevará a la extinción como especie. El sexo no es un pecado, y el congelar el crecimiento de la población global no es un error, es un acierto. Para eso la religión debe morir y dejarle libertad absoluta a la ciencia, si no se hace eso estaremos viviendo una cuenta regresiva, y, el punto final será cuando no tengamos más remedio que comer carne humana.
—Satanás: Te olvidas de las guerras, el sida, el cáncer, de los miles de virus que se están creando en secreto para eliminar el excedente de población. No se si te has dado cuenta, pero, las grandes potencias venden armamento sin importar si es para un árabe, judío, hindú o paquistaní. Se ha vendido tanto armamento que ya es más que suficiente para borra a la mitad de la humanidad, y , ese trabajo lo harán los musulmanes... mira lo que están haciendo en Rusia, Inglaterra, Estados Unidos, Israel, Argentina... se está haciendo dueños del mundo nuevamente, esa fe está creciendo más que las otras y el Nuevo Orden Mundial lo permite para que venga más muerte y caos.
—Salvador: ¿Y por qué no hacer una guerra frontal a la religión? Repito esto para que quede claro: Si la gente entendiera que el tener una familia pequeña es una virtud y no un pecado mortal, es más, que de ahí depende nuestra supervivencia como especie, la gente cambiaría de actitud; a lo mucho tendría un hijo por familia. También se puede ver en la soledad una forma para consagrarse a un determinado ideal.
—Satanás: ¿Y el dinero? Si se congelara la taza de natalidad muchas industrias colapsarían. El dinero es más valioso para los humanos que la vida misma.
—Salvador: Pues que se invente una nueva forma de intercambio. El dinero es un invento viejo y ya es hora que deje de existir. Se le puede dar a cada ciudadano un valor que pueda intercambiar, una especia de sueldo para lo elemental... para lo que su condición necesite.
—Satanás: El hombre no se contenta con lo elemental, siempre quiere más, y ahora eso es su nueva religión: "Dime cuanto consumes y te diré cuanto vales".
—Salvador: Todo eso está en la mente, es cuestión de ...
—Satanás: ¡No Salvador! Es parte de su instinto. El ser humano todavía es un mono y chilla enseñando sus dientes cada vez que quiere algo nuevo.
—Salvador: Ahí tienes tu respuesta entonces.
—Satanás: ¿Cual?
—Salvador: Si la gente no cambia su moral el Nuevo Orden Mundial será una suerte de juicio final, pero no divino, se hará aquí, en tu reino: el infierno. —y Satanás tomo su aspecto real, un ángel envilecido por los placeres que aprendió del hombre.
—Satanás: Entonces tu causa está perdida. Eso es música para mis oídos.
—Salvador: Pero no será por siempre, el hombre evoluciona, y si bien puede exterminarse en ese sendero también puede ser ave Fénix y resucitar de las cenizas.
—Satanás: No sabes la dicha que tengo... la humanidad vivirá el infierno aquí en la Tierra.
—Salvador: ¿Te has olvidado que el infierno a veces puede ser parte del camino hacia el cielo? Cristo tuvo que ir la infierno antes de subir a los cielos.
—Satanás: ¿No que eras ateo?

—Salvador: ¿Y no que esto es un sueño? Tengo licencia para hablar con metáforas. Dios ha muerto y tú con él... así que le ordeno a mi imaginación que te conviertas nuevamente en una preciosa vedette argentina... este sueño no lo voy acabar en solitario.
—Vedette: ¿Y cual es tu deseo mi soñador?...
—Salvador: ¿No vayas a pensar que quiero hacer el amor contigo como si fuéramos animales salvajes?
—Vedette: ¡Jamás! ¿Pero por qué hay algo que se está levantando debajo de tu anaranjada túnica?

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